Temporalmente la pieza se sitúa en la posguerra estadounidense y otorga una información relevante: lo que derrumbó, económica y moralmente, a la familia Franz fue el crack económico del treinta. Desde allí arrastran su decadencia. Víctor (Puig) abandonó su carrera universitaria para cuidar a su padre y debe mantenerse al día debido a su magro empleo de policía. Su esposa Esther (Alemán) trata de remediar la falta de su hijo y sostener a su marido; mientras que Walter (Grimau) es un médico de renombre, pero rodeado de la más absoluta soledad. Nunca estuvo ligado al padre como Víctor y convivió sólo con su éxito profesional. Y por último, Gregorio Solomon (Soriano), personaje tan pintoresco como filoso, hurga en los rincones de la casa para sacar la mejor tajada de las divergencias familiares. “El precio”, al que remite constantemente la pieza, se liga a las decisiones de vida y los costos que estas infligen, sean del calibre que sean.
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